Mamuts

Dícese del animal que vivió en el Pleistoceno y del que aún guardamos hallazgos. Pues eso. Los mamuts. El saber que hubo un pasado y que sigue ahí, apareciendo cuando menos te los esperas. Excavas y te lo encuentras. En cualquier sendero. Ocultos, como si nunca hubieran existido, pero marcando su existencia.

Fieros, autosuficientes y con una vida detrás de sus colmillos,hoy son restos. Partes de un ser que ya no es. Que fue.

Así debemos verlos, así tenemos que admirarlos; como parte de la historia, como parte de un pasado. Aparcarlos. Mirarlos y recordarlos. No querer darles vida porque ya no la tienen. ¡Eso es!: están muertos. Sólo nos falta acercarnos a ellos, y querer -querer- escuchar - y oír- que su corazón ya no late.

Son

Las dudas que atrapan. La no certeza. La incertidumbre. Todo dilema es posibilidad de cambio. Pero todo cambio no es bueno. O si. Al menos a mi me ocurre que no tengo paciencia para esperar al tiempo para entenderlo.
Y cuando palpo lo bueno, quiero lo mejor. Y cuando anhelo aquello, quiero aquello más esto. Y cuando tengo lo mejor, anhelo no tenerlo todo. -Las dudas-.

Eres blanco. Pero quiero que seas blanco en mi.
Perdóname por no saber quererte.
Dudo.Si te quiero, ¿sabré hacerlo?.

El miedo

Estaremos de acuerdo en que es lo más terrorífico. Que es algo que te apaga. Que tus sentidos dejan de estar alerta a pesar de tocar su punto álgido. Que la paz no tiene fuerza suficiente cuando estás asustado. Que podrías hacer cualquier cosa pero nada consecuente con lo que eres. Que mata los minutos. Que borra de un zarpazo lo vivido.

Así que no sientas miedo. O no sonreirás. Y dejarás pasar esas cosas que sólo tú sabes brindarte. No sientas miedo. Bonita, no sientas miedo. Esto también pasará.

Cobardes

Definición de cobarde por la RAE: adj. Pusilánime, sin valor ni espíritu. Pues eso. Cero valor. Espíritu perdido -o nunca encontrado, según se mire-. Hoy recordé que la cobardía tampoco tiene hueco en mi vida. Que la rehuyo, que la critico. Quizás la relaciono con la mentira -la odiada mentira-, quizás aún la siento en mi piel, quizás es lo típico que nunca superaré. Quizás nací para ser valiente.
Enfrentarse a lo bueno -o a lo malo- es parte de nuestra entereza. De nuestra misión en este mundo. No podemos pedir superarlo todo, digerirlo como venga o estar de acuerdo con lo ofrecido...pero si debemos andar de frente a pesar de que muramos en el intento.

Decía Quevedo que el valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor. Y así lo creo. Todo cobarde -valga incluir cobardA, que también las hay- es egoísta. Lo primero, es salvarse la piel, lo segundo pensar en ti, en mi. Si huye, no recibirá razones para enfrentarse a sus propias faltas. Y poder dormir entero - sin pérdida alguna-al parecer es tan gratificante como placentero.
Así, tú apareces con la verdad, tú buscas lo fácil, tú afrontas tus miedos y el/la cobarde/A utiliza tu ataque como escudo. Paradójico.

Algún día entenderé por qué ocurren todas esas penas ... por lo pronto hoy seré tan valiente como para gritar que los cobardes -tú- sois unos hijos de puta. Y ya.

Echar de más

...lo que antes echabas de menos.

Ver el giro en movimiento. Reír aparcando el llorar. Parar -y justo a tu lado-. Dormir -y dejar de soñar-. Saborear sin amargura. Ver -y no sólo mirar-. Tocar la vida sin mover ni un dedo.
Gracias. Todas. Gracias. Al amor paciente, al olvidar los malos momentos, a aparecer cuando no te esperaba. A todos.Pero sobre todo gracias a ti, por brindarme la oportunidad de nacer y no seguir muriendo a tu lado.

Envuelta

Será que me desbordo de alegría. Será que se cumplió mi sueño no soñado. Será que por fin me siento de pie. Será que perdí el norte y aquí me encontré. Será que te echo de menos. Será que todo gira en torno a mi.

Mis gafas ya no necesitan monturas de besos, mis pies andan descalzos sin heridas, mi piel respira sin esfuerzo y mi voz descansa de tanta vida.

Que creo que podría ser verdad. Que creo que ser cobarde no lleva a buen final. Que creo en ti. Que creo que fui lo que hoy encontré.

Y quiero vivirlo. Y quiero decirlo. Y quiero poder. Y quiero querer.

No ando sola. No sabría decir un no. No tengo fuerzas para mirar hacia atrás.

Sólo sonrío...

Porque

Hoy me sorprendí diciéndote -diciéndome- "si encuentras algo que te gusta, míralo, saboréalo". Y es que no nos paramos a pensarlo... a veces nos conformamos con las medias tintas y lo que ocurra, sin permitir a la suerte que nos arrope. Andamos quejándonos, juzgando, esperando, pidiendo...y cuando nos ofrecen algo tentador, nos da miedo.
Y yo también lo hago. Odio no permitirme saborear la vida. Vivir con los miedos, las agonías. Pero ¿sabes? llega un momento en el que pierdes la lucha, y eres arrastrado. Como yo hoy. O como tú ayer.

No poner impedimentos a la felicidad nos hará felices.

Te echo de menos. Echo de menos que seas feliz.

Lecturas

...dicen que todo lo que nosotros estamos buscando también nos busca a nosotros y que , si nos quedamos quietos, nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas. Descansa. Ya verás lo que ocurre a continuación.

"Mujeres que corren con los lobos",Clarissa Pinkola.

...

Descubrir que puedo emocionarme sin tenerte cerca quizás sea la manera más bonita de decir que me faltas.

Pasado

Dime que todo ha acabado, pero no en ti ,sino en mi. Que no volveré a caer en otros brazos como los tuyos. Que no lloraré por no encontrar salida. Que me libraré del vértigo de una despedida. Dime que fuiste un espejismo. Una señal de que todo va bien.
Dime cómo podría volver a querer. Dime cómo se vuelve a empezar. Dime qué olvido será el mío. Y que tus cenizas ya no existen. Dime que fuiste mi consejo aún en los momentos en los que tu amor me envenenaba.

Dime que has muerto.
Pero desde tu infierno. Lejos. Muy lejos de mi.

Hazlo

Miras a tu alrededor y te aplastan los pensamientos,
te fundes en la oscuridad
olvidas tu existencia.

Aquello es malo, lo otro peor, lo tuyo lo tremendo,
será que mueres, será que agonizas.
Nada es todo. No sabes buscar.

Y claro es oscuro. Qué me dices, no te escucho.
Estoy aquí. Desaparece.
Miras el silencio y te suena hueco.El vacío te atrapa.
Nada es todo.
Y es tu teoría, tu venganza. No quiero un otra vez.
Nadie dijo que otra vez fuera la solución.

Ya. Agotas tus fuerzas.

El tiempo te golpea, no sientes cómo te acaricia.
¿Qué significa que todo pasará?. ¿Quién estará ahí?.

Retomas, pasó la enfermedad. Miras. Todo es nada.
El mundo se abre a tus manos, la oscuridad da lugar a un día.
Existes para olvidar.
¿Y cuándo terminará este trabajo?. ¿Cuándo no mediré los silencios?.

Ya. Ahora. Ya no tienes que hacer nada.
Mira. Toca. Huele. Ya. Ya. Ya.
¡El tiempo!. Él. Suena a paz, mi resultado.
Un sólo minuto te guía,
un sólo suspiro te arrastra...

Lo has conseguido.
Fuiste su aliado. Atrápalo.

Mariposas

¿Y qué cuenta la gente que es enamorarse?. ¿Y cómo vivo yo estar enamorado?. Sólo sé que nunca creí en estar enamorado, pero que el amor me hace sentir aún más feliz de lo que soy en mi soledad -y eso es muy difícil-. Pienso en ello. Dicen que el enamoramiento es una enfermedad, y así lo creo. Flores, aromas y nebulosas que no te permiten ver a lo que realmente te enfrentas. A ella. A él. A esa persona que entra a formar parte de tu vida sin pedir permiso. Y ahí está, dentro de ti.

Hoy pienso en todos aquellos enamoramientos que tuve. En cómo me equivoqué. Y en lo fácilmente que los olvidé. Así que...el enamoramiento no es de confianza.

Pero nos encontramos con la necesidad de poner nombre a nuestro camino. Alguien tiene que decir cómo se llama, qué es. Así que pseudo-enamoramiento o enamoramiento, tocan a nuestra puerta.

Ser más contigo es más que ser yo sólo. Y la suma es la suma de las sumas de nuestras sumadas experiencias. Así que te miro, te hablo, te rozo, te necesito y no consigo encontrarle nombre. Y no puedo decirte que estoy enamorado. Simplemente palpo el amor. Y eso en definitiva es más que yo sólo.

Gracias.